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viernes, 24 de mayo de 2013

El trabajo emocional de una relación



Presumo que todo el mundo está interesado en la complejidad de las relaciones; inclusive quienes deciden, por comodidad o convencimiento, convertirse en solitarios, también a ellos les interesa el tema relacional, quizás para saber cómo manejarse en ella y con ella. Y todo esto, también lo presumo, viene dado por la paradoja de encontrarnos insertos en un mundo superpoblado, donde cada día nace más gente, y a la vez, más personas se sienten desoladas.

Dentro de este panorama, me he empeñado en subrayar que, por lo menos hoy en día, una relación es determinada por el trabajo diario que en ella se realice; y no se trata de un mero hábito de simple voluntad o de tarea afanosa, sino de ese “estar en la relación” que tan pocas veces ejercitamos, en un mundo donde estamos en todo menos en nosotros, que sabemos de todo menos de lo que tenemos cerca, que nos detenemos en colores, ruidos y promesas, y nunca en eso amado que tiene, o espero tenga, un eco en nosotros.

Creo que el fracaso de la educación en este lado del planeta, se nos presenta en una absorción desmedida de información acerca de cualquier cosa que ni siquiera nos es familiar, contrastado con una ignorancia acerca de lo que somos, de lo que sentimos y de aquello que se nos convierte en sagrado. Así, sabemos hablar idiomas, pero no sabemos como plantear un conflicto, somos magníficos en opinar y nos perdemos cuando estamos dañando a alguien o a algo importante. Nos hemos convertidos en seductores aficionados, pero cuando nos dicen: -”Adiós, no, te dejé de querer, ya no pasa nada entre nosotros”, nos quedamos guindados como si dentro de nosotros no tuviéramos referencia alguna.

Una relación es el espacio en el que crecemos emocionalmente. Necesita cuidados, y ya ni siquiera hacia el otro, sino a nosotros mismos, en ese espejo atraído y escogido que llamamos “otro(a)”.

En una oportunidad, con una paciente que se negaba a entender esto del trabajo relacional, porque para ella era más sencillo ver la relación como algo espontáneo, fluido, donde las cosas se dan o no, y punto. Ya ella iba por su octavo fracaso amoroso (cuatro parejas, su hija mayor, su madre, una socia y su mejor amiga de infancia) y quizás, todas tenían la misma raíz en ella, pero se negaba a meterse en materia. En una sesión logró agotar mi paciencia, y algo, creo que lúcido, o por lo menos claro, se encendió en mí, y le dije de forma, por demás, apasionada:

-”El trabajo emocional no es otra cosa que tener consciencia de que el otro siempre nos refleja; por lo tanto, el problema siempre es de ambos, aunque sea el otro quien lo actúe. Luego, esta labor nos exige ser centrípetos y no centrífugos, es decir que sólo me voy de una relación cuando mi integridad corra peligro, de lo contrario, me toca luchar dentro de ella. En conflictos y crisis, es mi responsabilidad tener misericordia que implica llevar al corazón las miserias, y eso es imposible, si primero no conocemos y cargamos con nuestras propias miserias. Además, cuando estoy en la relación es consciente y amoroso preguntarse siempre cómo me siento con esto y cómo siento al otro(a), eso va generando una temperatura que permite llevar el temple y no sorprendernos ante los monstruos emergentes. La tarea de no asumir sino preguntar, nos acerca y genera respeto. El hablar con, y no de la persona, permite que el otro reaccione. El saber que al decidir amar a alguien, de cualquier modo, es estar ahí al mayor porcentaje posible. Y cuando nos toque irnos, que el corazón sepa, con convicción plena que hicimos todo lo que podíamos para encontrar nuestro espacio y realmente, por el momento, no se pudo”.

Por esto y más, cuando quieras saber la disposición amorosa de alguien, su capacidad de amar y sentirse amada(o), deja que te hable de sus anteriores parejas y/o de sus amores, ahí estará hablando de sí mismo(a) y de sus verdaderas posibilidades.



Hasta la próxima sonrisa:
Carlos Fraga

Conceptos básicos sobre la risotepia y sus fundamentos



¿Qué es la risoterapia?




La risoterapia es la terapia destinada a mejorar el estado físico y psicológico a través de la risa; y es que cuando una persona ríe, además de mejorar su estado de ánimo y mejorar su estado psicológico o de estrés, con la risa también se genera una sustancia benéfica para su organismo de cara a diferentes patologías y/o enfermedades.

Es necesario saber que la risa produce un enorme bienestar a las personas. Y esto no es una nueva tendencia del siglo XXI, si no que ya en el siglo VII Thomas Sidenhman decía: “Es más benéfico para el pueblo la llegada de un clown que una caravana de remedios”. Sigmund Freud afirmaba también que la risa -sobre todo la carcajada- ayuda a liberar la energía negativa. (En la sección "Historia de la risoterapia" podrás encontrar más ejemplos que corroboran la base de la risoterapia.)

En la actualidad en muchos países existen las llamadas “clínicas de risoterapia”, en las que se curan algunas enfermedades sólo con la risa, o al menos ayuda a sobrellevarlas. En ellas se ha podido comprobar a través de estudios científicos cómo el cortex, la sustancia gris que recubre los hemisferios cerebrales, libera impulsos eléctricos negativos tan sólo una fracción de segundo después de haber empezado a reír.

RisasUna risa profunda, verdadera, entre otras cosas fortalece el corazón, dilata los vasos sanguíneos, mejora la respiración, segrega betaendorfinas, alivia la digestión y fortalece los lazos afectivos. Cuando nos reímos activamos casi 400 músculos de nuestro cuerpo. Pero el beneficio que recibe nuestro organismo como resultado de un estado de ánimo positivo es múltiple. (Más información sobre los beneficios en "Beneficios de la risoterpia").
Por tanto, el beneficio de la risoterapia se basa en la observación científica de que el cuerpo no puede diferenciar entre la risa falsa y verdadera, y que ambos ofrecen los mismos beneficios fisiológicos y psicológicos.
Para ello, la risa es simulada como un ejercicio de cuerpo en un grupo, con el contacto visual y el juego infantil, en un principio con la risa forzada, pero que generalmente pronto se convierte en risa real y contagiosa. 

Esa terapia de la risoterapia, además de los centros de risoterapia especializados (que son pocos) se realiza comunmente en sesiones/talleres donde se educa a los participantes en todos los conceptos de la risa, sus tipos, ejercicios de relajación, cómo provocar la risa... y sobretodo la puesta en práctica para fomentar toda la positividad de los participantes y hacer pasar un muy buen rato de diversión, risas y beneficio psicológico y físico al mismo tiempo. 

Para conseguir el objetivo propuesto, se utilizan técnicas que ayudan a liberar las tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada, entre ellas: la expresión corporal, el juego, la danza, ejercicios de respiración, masajes, técnicas para reír de manera natural, sana, que salga del corazón, del vientre, de un modo simple como los niños. (Puedes encontrar más información respecto a la preparación y desarrollo de los talleres en: "Sesiones de risoterapia").

El sentimiento humano y la acción de reir es algo irracional, aunque no por ello común al resto de animales, ya que El hombre y la mujer son los únicos animales que saben reír. Los niños se ríen mucho más que los adultos: un bebé promedio se ríe unas 300 veces al día en comparación con un adulto promedio, que se ríe de alrededor de 20 veces al día, sin embargo, aunque esto obviamente depende de la personalidad de cada individuo. Por desgracia, los estudios demuestran como la madurez provoca un cambio gradual caracterizado por la seriedad y una disminución en la risa. 

En la historia de la Humanidad, estudiosos, filósofos, científicos, han intentando buscar una explicación a este fenómeno. No se conoce el porqué de esta acción, pero ahora por suerte sí se conoce la reacción del cuerpo ante la risa, todo beneficios, asi que ya sabeis... con risoterapia "profesional" o con simple risa, pero a reir !



http://www.risoterapia.es/


La droga de la felicidad



LAS ENDORFINAS: DROGA DE LA FELICIDAD



Cada vez que reímos, el cerebro libera endorfinas, unas hormonas que detienen el dolor y nos llenan de optimismo y ganas de vivir. Cuando su presencia escasea, aparecen la apatía y hasta la depresión. En algunos hospitales de los EE.UU., se han abierto las llamadas "Salas de Risa", aprovisionadas con los últimos éxitos en comedias cinematográficas, libros y revistas de humor, para que los pacientes, a fuerza de carcajadas constantes, eliminen casi instantáneamente el estrés.

"Endorfinas" es el nombre genérico de una serie de opiáceos cerebrales segregados por la hipófisis y por las terminaciones nerviosas del hipotálamo y el mesencéfalo. Su acción es parecida a la morfina, pero su actividad es 20 veces más potente que ésta. Las endorfinas se descubrieron hace unos veinte años, y desde entonces los neurofisiólogos han estado investigando sus efectos sobre el organismo psicofísico humano. Esta "droga endógena" no se sintetiza en los laboratorios; se elabora sólo en el interior de nuestro organismo. 

Las endorfinas juegan un papel muy importante en nuestro estado de ánimo, inciden directamente sobre nuestro sistema nervioso, sobre nuestras fobias y también sobre nuestras depresiones. Muchas enfermedades psicosomáticas están relacionadas con la secreción de esta droga endógena, y la fortaleza del sistema inmunológico tiene también relación con ellas. Cuando el nivel de endorfina en circulación es alto, es cuando "vemos" positivas las circunstancias, sean éstas las que sean, y si no hay suficiente secreción de endorfinas, todo lo vemos aburrido, tedioso, triste y negativo. 

¿Cuál es la fórmula mágica para que nuestro cerebro segregue más endorfinas?
 
La verdad es que muchas son las actividades que podemos realizar para estimular esta secreción. Elige por lo menos tres de ellas, y ponte a practicarlas desde hoy mismo:



  • Practica deportes no competitivos.
  • Ríe todo lo que puedas.
  • Practica cualquier técnica de meditación que sea correcta.
  • Aprende a respirar bien.
  • Haz yoga, tai-chi o chi-kun.
  • Busca diariamente doce motivos para estar alegre.
  • Hazte dar un buen masaje. La técnica de Aura Soma es genial.
  • Juega con los niños.
  • Apúntate a un curso de "Terapia de la risa".
  • Ayuda a quien lo necesite.
  • Aprende a relajarte y visualízate contento/a y feliz.
  • Reúnete con gente positiva, todo se pega.
  • Lee libros de desarrollo personal.
  • Enamórate, es igual si te enamoras de alguien o de algo.
  • Mira películas de humor sano e inteligente.
  • Toma un baño de sales y perfúmate bien al salir.
  • Haz un regalo muy personal a quién más quieras.
  • Haz planes agradables para hoy mismo.



Elige vivir tu vida con más felicidad de la que has disfrutado hasta el momento. Recuerda que depende sólo de ti, ¡las endorfinas son tuyas! ¡Hazte el mejor regalo: Ser feliz. Seguro que lo mereces, nunca lo dudes y recuerda siempre:
Puede que en tu vida falte dinero, puede que en tu vida falte salud, puede que en tu vida falte amor..., pero si además de faltar todo eso también faltan sonrisas..., ¡Qué pena! La salud, el dinero y el amor no siempre dependen de uno mismo, pero una sonrisa siempre depende de ti.

Por: www.nosotras.com

sábado, 4 de mayo de 2013

Retrasmito esta perla de sabiduría

De dinero y de sexo


En días pasados, una simpática y respetuosa señora me preguntó, en lo que yo me tomaba un café en una panadería, lo siguiente:
- “Yo a veces, no entiendo. La gente como una que es con el dinero cumplida, clara y solvente, siempre le falta prosperidad y abundancia; en cambio esa gente que anda por ahí echándole carros a otros, malas paga, todo les sale bien. ¿A qué cree usted que se deberá eso?”.
Esas son apreciaciones comunes de nosotros en cuanto a los otros y como bien reza el refrán: “no todo lo que brilla es oro”
El sexo y el dinero comparten una energía común, esto se debe a que, quiérase o no, el dinero y el sexo son expresiones del dar y el recibir, por lo tanto, se conjugan en el amor. Si ponemos atención, del sexo se dicen cosas similares que del dinero: son sucios, todo lo que tocan lo manchan, lo echan a perder, la gente mata por ambos, son dos cosas que el que más y el que menos, desean mucho.
Entonces, todo problema de dinero y todo problema de sexo, se relacionan con el amor. Cuando una persona no sabe manejar el dinero, debe y no paga, busca siempre “tumbar” a su semejante, se endeuda sin conciencia, etc. Este ser está expresando su relación con el sexo y el amor y a veces, por ironía de la vida, les llueve el dinero, para recordarles cuán vacíos se sienten y cómo tienen que pagar la vida para sentirla de ellos. ¿Quieren mayor y más dura lección?
Una persona que vende su cuerpo, y aquí me eximo de cualquier juicio moral, lo hace, por lo menos las primeras veces, por encontrar un dinero que le permita vivir mejor. Así que sexo y dinero se encuentran para un fin: sentirse mejor. Sin embargo, y aquí entra mi parte terapéutica, suelen sentirse vacíos porque lo que en realidad están buscando es amor y es lo que menos reciben en estas actividades.
Por todo lo anterior, cuando me toca algún paciente con problemas de dinero o sexuales, me suenan ya las campanas, y quitando el barniz protector, encontramos los grandes vacíos emocionales enfocados directamente a las sensaciones de: vacío, de sentirse incompletos y no amados.
Hagamos pactos sanos con el dinero, pongamos en papel, todo el dinero que adeudo, que nunca cumplí, que me hice el loco, que le quité a alguien con cualquier excusa, honrémoslo, y paguémoslo, no importa si pareciera que pasó mucho tiempo, busquemos a la persona, institución o negocio y aunque sea, digamos que reconocemos esa deuda. Todo esto irá en pos de la gasolina necesaria e indispensable para ser ilimitadamente abundantes y prósperos: sentirnos amados.

Hasta la próxima sonrisa:
Carlos Fraga